martes, 6 de octubre de 2009

El uso del cine en la educación

En la actualidad los docentes debemos ofrecerle a los alumnos la posibilidad de “leer” distintos tipos de textos (por supuesto que incluyo dentro de estos al cine, en tanto discurso complejo que combina palabras, imagen y lengua) ya que esta lectura pormenorizada los ayudará a poder leer comprensivamente lo que los rodea, sus intenciones y sus objetivos.
Cuando digo leer no sólo hablo de la acción de decodificar un texto escrito, sino que también se relaciona con el mirar, con una actitud reflexiva que implica que cada individuo decodifique, deconstruya y construya un significado. No trabajar con la imagen significaría transformarlos en unos analfabetos de la imagen.

Esta es una triste realidad, los docentes ayudamos a que los alumnos no lean imágenes y encuentren el uso de signos ya que este tema es el gran ausente de muchas de las aulas argentinas. Por supuesto que los alumnos adquirirán por una lado estrategias de análisis del texto fílmico que les posibilitará analizar y trabajar el tema del exilio en el cine argentino, pero además, al ser un contenido de tipo procedimental, adquirirán nociones básicas que podrán ser aplicadas al análisis de cualquier otro discurso en otras circunstancias.

Como se ha podido leer en varios de los trabajos aportados por docentes - alumnas del Instituto De Piero, en el marco de la materia Lenguaje de los medios de Comunicación, se ha tratado de buscar la forma de articular el cine con los textos para que de esa forma los alumnos sean mejores lectores de filmes (decodificando) y de libros pues el cine puede ser una puerta muy amplia para la literatura, para lograra atrapar a ese lector perdido o liberar al lector cautivo que todos tenemos dentro.

Gracias al análisis semiótico de las imágenes del filme, los alumnos estarían accediendo a los distintos lenguajes desde la escuela, dotando a su mirada de tipo ingenuo con características más técnicas. Considero que es oportuno citar aquí una definición de Iuri Lotman extraída de La estructure du texte artistique quien dice que el lenguaje es cualquier sistema organizado de signos que sirve para la comunicación entre dos o varios individuos. Pero por supuesto que todo lenguaje está formado por signos que poseen reglas de combinación. Teniendo en cuenta esta definición, podemos pensar en el cine como un texto con un lenguaje propio que se vale de determinados signos para expresar las ideas. Esta lectura del mundo que deben realizar los alumnos, en este caso desde los principios de la semiótica, significará utilizar la imagen como un medio o un vehículo para desarrollar el pensamiento a partir de esquemas existentes y reflexionando sobre sus interpretaciones.

Pero ¿ por qué he elegido la semiótica como marco de referencia para abordar estos contenidos? Simplemente por que la misma permite descubrir los signos y lo significados “ocultos” – a primera vista - en las cosas. Al desarrollar el “olfato semiológico”, el alumno será más competente, es decir que tendrá una serie de herramientas para poder desempeñarse sin ninguna dificultad como usuario de la lengua en una sociedad determinada.

Gracias al trabajo con el proyecto, se trabajarán con los pilares de la educación de Jacques Delors:
• Aprender a aprender: Serán capaces de analizar información, discutir ideas, adueñarse del conocimiento y desarrollar los distintos tipos de inteligencias múltiples, aumentando de esta forma las competencias.
• Aprender a comprender: Los alumnos podrán entender, interpretar el mundo y desenvolverse en él.
• Aprender a relacionarse: se aprenderá a trabajar en equipo, ser capaz de escribir, comunicarse, etc.
• Aprender a ser: ayudará al desarrollo pleno como persona.

Entonces ¿por qué usar el cine como instrumento didáctico?
Como sabemos, formamos parte de la época de la imagen. En este contexto nuevo, los medios adquieren una fuerza importantísima y muchos de los esfuerzos de los docentes tienen que estar destinados a desarrollar las competencias de las cuales hablara anteriormente. Una de estas competencias básicas es la de la connotación. El lector debe tener en cuenta que las palabras y las imágenes siempre connotan algo, es decir que tienen un significado añadido al que se les da comúnmente. López García (1996: 135) define a la connotación como “el conjunto de sentidos culturales añadidos al significado de las palabras tal y como lo recogen los diccionarios. Técnicamente, la connotación se comporta igual que un metalenguaje, en el sentido de que representa una semiótica de segundo nivel”. Alejandra Pizarnik dijo:
Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar del silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y más.

Y precisamente es eso la connotación. Pero más allá de saber qué es, creo que lo importante es descubrir que connotan las palabras y las imágenes puestas en un determinado texto, en este caso un filme. Por supuesto que esta habilidad no es innata sino que se trata de una competencia que se puede ir logrando básicamente con entrenamiento, desarrollando ese olfato semiológico del cual hablábamos anteriormente.

El cine, dijo Edgar Morin, une la realidad objetiva del mundo, tal como la refleja la fotografía, y la visión subjetiva de ese mundo. También podemos considerar al cien como un doble recurso que por un lado refleja la realidad – tal como lo dice Morin-, pero por el otro, es un poderoso medio audiovisual que permite mostrar aspectos que de otra forma sería no podrían presentar. Según Jean Mitz “desde que se comenzó a teorizar sobre el cine se trató el asunto no sólo como un nuevo medio de expresión, sino de una especie de lenguaje susceptible de expresar ideas, sentimientos, etc.”
Además, el cine es historia. Retomando a Marc Ferró (1995: 38) se puede afirmar que las creencias, las intenciones y la imaginación del hombre son tan historia como la propia historia. Todo filme es una manera de ver la vida y al mismo tiempo una captación del tiempo de la vida.

Por todos esos motivos es que debemos incluir al cine en nuestras propuestas didácticas y en las clases la discusión sobre él, el análisis y la formulación de opiniones deben ocupar un lugar tan importante como el que ocupa el libro.

Referencias:
FERRÓ, MARC (1995), Historia contemporánea y cine, Barcelona, Ariel.
MORIN, EDGAR (1972), El cine y el hombre imaginario, España, Séix Barral. Colección Biblioteca de Bolsillo. Original: Le cinéma de l´homme imaginaire (traducción de Ramón Gil Novales).



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